Departamento de Filosofía
GUÍA DE FILOSOFÍA Y PSICOLOGÍA
Formación diferenciada problemas del conocimiento
Formación diferenciada problemas del conocimiento
Nombre Alumno (a)....................................................... Profesor (a) Rafael silva Curso: IVº medio A, B, C
I.- EL CONOCIMIENTO CIENTIFICO EN PERSPECTIVA
Acerca del concepto de ciencia.
Deriva del latín scire, que quiere decir conocer. Sin embargo significa muchos otros conceptos como por ejemplo: conocimiento, práctica y erudición. Desde este punto de vista latino, el concepto de ciencia equivale a toda clase de saberes.
A través de la historia esta visión original de ciencia se ha transformado en un concepto preciso y claro.
En la Edad Media, la Filosofía era exclusivamente la Ciencia por antonomasia. En la actualidad, la situación ha cambiado debido al desarrollo industrial y la técnica que han cambiado lo que entendemos por ciencia en función de su manifestación tangible; la tecnología nos ha permitido crear un acervo material inigualable a otros momentos históricos. Así con el correr del tiempo, la definición fue cada vez más precisa, llegando a significar un conjunto de conocimientos sistemáticos sobre una disciplina o materia académica.
Sin duda es en la Edad Moderna, donde se dispuso por primera vez una definición de método científico, en personajes como Galileo, Da Vinci, Descartes, Hume, entre muchos otros, quienes comenzaron a dar las bases del conocimiento científico que actualmente conocemos.
El conocimiento científico intenta subsanar el posible alejamiento de aquellos aspectos susceptibles de ser contrastados con la realidad, por ello la ciencia, se preocupa por relacionar el sentido común y el pensamiento reflexivo con la contratación empírica, es decir, lo observable.
Una definición de ciencia (entre otras), la define en función de sus componentes, contenidos, métodos y producto y la concibe como un: “Modo de conocimiento riguroso, metódico y sistemático que pretende optimizar la información disponible en torno a problemas de origen teórico y/o practico”. Mario Bunge, agrega que una ciencia “No es un agregado de informaciones inconexas, sino un sistema de ideas conectadas lógicamente entre sí”.
Fundamentos del Conocimiento científico
El ser humano, como ser pensante, NO se limita a actuar entre las cosas; quiere conocer esas cosas entre las que actúa, por la satisfacción que el conocimiento mismo procura. El hombre no es sólo homo-faber, sino también homo-sapiens; no sólo capaz de construir las herramientas que le permitan dominar mejor el mundo, sino también capaz de contemplar desinteresadamente ese mundo y de contemplarse a sí mismo. El hombre tiene, además de una práctica, una capacidad teorética.
En nuestra vida diaria contemplamos las cosas y formulamos juicios sobre ellas. “Llueve”; “el camino dobla a la derecha”; “el sol madura los frutos”. Todas estas afirmaciones son conocimientos; todas esas afirmaciones suponen una actitud contemplativa fundada en la actividad de nuestro pensamiento. Hay en ellas razonamientos, juicios, conceptos. No hay todavía ciencia, sin embargo, porque esos conocimientos permanecen aislados, o tienen, con otros, relaciones vagas. No están ordenados, ni rigurosamente fundados. Son conocimientos comunes, no científicos
La ciencia como conjunto de conocimientos relacionados lógicamente-. Como todo conocimiento, el científico se refiere a un objeto: es conocimiento de algo. Si hablamos de la ciencia, entendemos que su objeto es la realidad misma, presente, pasada y futura, material y espiritual. Si hablamos de las ciencias, distinguimos, la realidad única en diversas zonas o aspectos; cada una de las cuales, es objeto de cada una de las ciencias. Dicho de otra manera, la realidad se desglosa de acuerdo al conocimiento científico que se tiene de las diversas partes que la conforman.
Pero una ciencia no estudia todas las particularidades de su objeto: elige sólo aquellas que permiten descubrir relaciones lógicas. No nos interesa, por ejemplo, saber exactamente cuantas hojas hay en un determinado bosque. Saberlo, sería, desde luego, un conocimiento; pero no agregaría nada a nuestros conocimientos botánicos. El conocimiento científico esquematiza los objetos; atiende exclusivamente a los elementos de los objetos relacionables entre sí. Así como al botánico no le interesa contar las hojas de cada bosque, al historiador no le interesa saber a que hora exacta nacieron los grandes hombres. Este último dato sería científico si entre la hora del nacimiento de un gran hombre y los hechos en que intervino descubriésemos relaciones. Hay precisamente, pretendidas ciencias que afirman, con toda arbitrariedad relaciones inexistentes entre hechos: la astrología, por ejemplo.
Actividades:
1.- Define qué es para ti Ciencia.
2.- ¿Qué tienen de diferentes, y qué de común las disciplinas comúnmente llamadas científicas?
3- Cuando entras en el campo de las ciencias sociales o culturales. ¿Puedes dejar totalmente de lado el sentido común y tus creencias?
División de las ciencias.
Si nos remitimos a la realidad, tenemos que en ella yacen todos los conocimientos, estos pueden ser sobre el presente, el pasado, el futuro, lo material y lo espiritual.
Para clasificar las ciencias, usaremos el modelo propuesto por Mario Bunge. Este autor separa las ciencias en ciencias formales y ciencias fácticas, como a continuación se muestra:
(esquema señalado sobre la división de las ciencias)
Las ciencias formales, se encuentran constituidas por 2 disciplinas: La lógica y la matemática; ambas se refieren a objetos de estudio que no están en la realidad tangible y debido a ello, no pueden ser constatadas con la realidad para convalidar sus formulas. La materia prima, utilizada en sus investigaciones es lo ideal
Las ciencias fácticas, a su vez, pueden ser divididas en dos grandes grupos: Las ciencias naturales o ciencias de la naturaleza y las ciencias culturales o ciencias sociales. Ambos tipos de ciencias se refieren a fenómenos que ocurren en la realidad y por ello, tienen que apelar a la experiencia para la comprobación de los mismos. Es necesario darse cuenta que, pese a que se refieren a la realidad empírica, las ciencias facticas, no están formadas por hechos, sino que por ideas.
Entre las ciencias naturales encontramos; la química, la física, la biología y la psicología humana y entre las ciencias culturales encontramos a la sociología, la antropología, la historia, la economía, y las ciencias de la educación.
La clasificación de ciencia que hemos tomado tiene en cuenta al objeto de las respectivas disciplinas y da cuenta de las diferencias entre los enunciados de las ciencias formales y las ciencias facticas. Mientras los enunciados formales tratan de relaciones entre signos, los enunciados de las ciencias fácticas se refieren en su mayoría a sucesos y procesos.
Las ciencias formales se preocupan de demostrar o probar enunciados lógicos, las ciencias fácticas en cambio, verifican hipótesis, en su mayoría provisionales (momentáneas, temporales, provisorias).
El método científico.
Etimológicamente, la palabra método deriva de las raíces griegas meta y odos, que significan respectivamente “meta hacia algo”, y “camino”, por eso y de acuerdo a su estructura verbal, la palabra método quiere decir camino hacia algo o esfuerzo para alcanzar un fin o realizar una búsqueda.
En un sentido filosófico, el concepto de método puede ser entendido como: el conjunto de actividades intelectuales, que con prescindencia de los contenidos específicos, establecen procedimientos lógicos que nos permiten captar la realidad.
No toda forma de conocer es sistemática, existe una forma a través de la cual podemos obtener conocimientos nuevos acerca de un conjunto de hechos y se denomina “Método científico”. Un método es cualquier modo ordenado de conocer, sin embargo, esta forma especifica de conocer se lleva a cabo mediante una serie de operaciones reglas y procedimientos que se debe fijar de antemano para alcanzar un determinado fin; el que puede ser tanto material como conceptual.
Bunge sostiene que el método científico, es un modo de tratar problemas intelectuales, no cosas ni instrumentos, ni hombres, consecuentemente puede utilizarse en todos los campos del conocimiento.
El método científico, no es de ninguna manera, “una receta mágica”, la utilización del mismo supone el uso de criterios predeterminados que permitirán solucionar el problema de investigación, en el marco de teorías generadas por el método científico.
El método científico ofrece dos vías de trabajo: el método inductivo (razonamiento que va de lo particular a lo general, de las partes al todo, de los hechos y fenómenos a las leyes universales, de los efectos a las causas, etc.) y el método deductivo (forma de razonamiento que consiste en partir de un principio general conocido para llegar a un principio particular desconocido). Tanto el método inductivo como el deductivo han propiciado el avance científico, por tanto, no pueden considerarse opuestos sino que complementarios.
Etapas del método científico
A continuación enumeramos etapas del método científico:
1.- Formulación de preguntas significativas que tiendan a estimular el proceso general de investigación. Dichas preguntas han de ser factibles de responder y deben además, ser varias; la formulación de distintas preguntas tiene por objeto delimitar la investigación, de esta manera se sabrá exactamente qué es lo se interesa en investigar.
2.- Proponer una tentativa (intento, prueba, ensayo, experimento) de explicación verosímil (creíble, potencial, viable) y contrastable con la experiencia, dicha tentativa recibirá el nombre de hipótesis. La hipótesis, es una afirmación a priori (antes de la experiencia), que liga los conceptos principales de una investigación y que deberá ser comprobada en la realidad empírica o la formal (conceptos como los contenidos en los libros). Para llegar a su comprobación se debe trabajar en un marco de referencia y extraer de él una o varias proposiciones. Trabajando de esta manera se lograrán nuevas evidencias que apoyen la teoría que se desarrollará durante el proceso de investigación.
3.- Derivar consecuencias lógicas de esas suposiciones. Se deberá someter a prueba los supuestos iniciales con el fin de inferir una serie de consecuencias más específicas a partir de los mismos. De esta manera, la hipótesis general se convertirá en un conjunto de hipótesis de trabajo, las cuales consisten en supuestos observables y se expresan en un lenguaje menos abstracto.
4.- Proponer un conjunto de procedimientos, métodos y técnicas especiales para someter a contratación las hipótesis. Cada disciplina posee métodos y técnicas particulares para someter a prueba sus proposiciones; las ciencias culturales han ideado métodos y técnicas propias: la Antropología social, creó la observación de campo y la observación participante, la Sociología creó la encuesta social y el cuestionario y la Psicología, por su parte creó el método clínico y la entrevista en profundidad. El investigador puede escoger e incluso idear nuevos procedimientos que sean apropiados a su problema de investigación.
5.- Someter a contrastación esas técnicas para comprobar su validez y confiabilidad. Se debe determinar, si los procedimientos que se han planificado realizar lograrán captar el problema que se investiga en toda su complejidad. Es conveniente averiguar si el tema investigado ha sido desarrollado por otros investigadores, de ser así, es posible comparar los resultados con otros ya obtenidos.
6.- Llevar a cabo la contrastación e interpretación de los resultados. En esta etapa el investigador debe interpretar los resultados mediante la recolección de la evidencia con las que se contrastaran las proposiciones.
7.- Estimar la pretensión de verdad de las hipótesis. Ello involucra revisar, analizar e interpretar los datos recogidos. El tipo de técnica que se adopte permitirá recoger evidencias validas. No obstante cualquiera sea la técnica que se escoja, las conclusiones solo serán aplicables a un grupo determinado. Se debe dar a conocer las limitaciones de las conclusiones, explicitando claramente.
8.- Formular nuevos problemas originados por la investigación. Con el fin de retroalimentar al método científico, debemos formular nuevas preguntas significativas basadas en la experiencia investigada.
“…En la practica misma de la investigación, y estamos seguros que Ud. Recordara está observación cuando se encuentre realizando su propia investigación, no se sigue un mismo camino lineal, continuo, sino uno que avanza y retrocede, se inicia una búsqueda en un sentido y luego en otro, a veces opuesto. Con estas afirmaciones no queremos desconocer que en el trabajo científico se dan diversos momentos o tareas distintas, sino acentuar que el proceso de investigación no sigue modelos ni esquemas rígidos ni que sus diversos componentes se den en un orden o estructura mecánica…”
ACTIVIDAD INDIVIDUAL:
1.- Elabore al menos 5 problemáticas, donde se pueda establecer claramente el planteamiento de un problema a trabajar. Señale porque motivo se puede plantear como un problema (Responde a la pregunta ¿De que trata el problema? y es el reconocimiento de los hechos: examen del grupo de hechos, clasificación preliminar y selección de todos aquellos problemas, que sean relevantes en algún aspecto para mí persona).
2.- Identifique el problema, que más les gusto de manera individual; posteriormente se expondrá ante el curso. (Los problemas de investigación pueden surgir de diferentes fuentes; como por ejemplo:
a)- La observación directa o conocimiento sensible (es decir hechos concretos que pueden ser situaciones que son importantes de investigar).
b)- EL contacto con expertos (autoridad); Discusiones con otras personas que motiven averiguar por cuenta propia acerca del pensamiento de esa persona. Por lecturas individuales, o publicaciones en revistas, periódicos o temas especializados.
c).- Por los métodos racionales de la ciencia, tanto en su valor formal o deductivo (que parte de lo general a lo particular), como son las matemáticas y la lógica. Además de los métodos inductivos, que parten de lo particular y se establecen como leyes generales, ya que se comprueba que siempre se manifiesta de la misma manera.
d).- Las investigaciones en el campo de la fe y el conocimiento holistico, lo vamos a dejar para que vean el campo de la comprensión y la interpretación de los fenómenos (esto quedará claro en la medida que entiendan los conceptos de comprensión e interpretación, que es donde apunta este tipo de investigación. Te sugiero que continúes la lectura y posteriormente vuelvas a este punto).
3.- Formule una hipótesis o un supuesto de una investigación, que posteriormente será a desarrollar en el trabajo.
La hipótesis puede ser planteada al trabajo a realizar, es un supuesto a indagar; es lo que quieres conseguir con tu investigación. La hipótesis puede ser explicativa o comprensiva, puede estar enfocada a realizar trabajos científicos explicativos: (ciencias fácticas) o también estar enfocado a un aspecto formal.
4.- Señale la importancia del problema, un análisis y la valoración social que esta problemática pueda tener.
Entendida la hipótesis debemos focalizar nuestros objetivos, para esto es necesario fundamentar la importancia del supuesto de investigación o hipótesis, fundamento que se encuentra en distintas fuentes que entregan información (experiencia, autoridad, racional, etc.). La importancia del problema a trabajar es valorar nuestra propia investigación, de manera tal que podamos centrar nuestra atención a conseguir resultados y avanzar en materia de conocimiento, junto con aportar nuevas ideas.
II.- EXPLICACIÓN, COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN
Explicación: Modo de dar razón de los fenómenos naturales por medio de leyes que establecen conexiones constantes entre estos.
Comprensión: Modo de dar razón de las acciones, instituciones y obras humanas a partir de las creencias e intenciones que les confieren sentido.
Las leyes científicas establecen relaciones constantes entre fenómenos observables: siempre que ocurre “x”, ocurre “y”. Estas relaciones son a menudo de tipo causal: el fenómeno “x” causa o produce el fenómeno “y”. Este modo de explicación es característico de las ciencias naturales, y, como veremos inmediatamente, hay razones para pensar que es insuficiente en el ámbito de las ciencias humanas.
Entre muchos filósofos y teóricos de la ciencia, existe la tendencia a aplicar en las ciencias humanas el modelo explicativo propio de las ciencias naturales. Esta tendencia se observa con claridad en ciencias como la economía, la sociología e incluso la psicología.
El deseo de aplicar a las ciencias humanas el tipo de explicación propio de las ciencias naturales es comprensible: después de todo, las ciencias naturales han logrado un grado de exactitud y de desarrollo extraordinarios; de ahí que se piense a menudo que las ciencias humanas alcanzarán el mismo tipo de desarrollo si se aplica en ellas el modelo explicativo de las ciencias naturales.
Sin embargo, entre el objeto de las ciencias naturales y el objeto de las ciencias humanas existe una diferencia fundamental. Cuando explicamos mediante leyes la caída de una piedra o la relación entre la presión y el volumen de un gas (ideal) a temperatura constante, no nos preguntamos para qué actúan de ese modo las piedras o las partículas de los gases, qué sentido tiene su comportamiento. Por el contrario, cuando estudiamos las acciones, las instituciones y las producciones de los seres humanos, nos parece necesario comprender su sentido.
Ya en el siglo pasado, Dilthey decía: “Explicamos la naturaleza, comprendemos el espíritu”. (Las ciencias humanas solían denominarse por entonces “ciencias del espíritu”). La diferencia consiste, en último término, en que, para comprender las acciones humanas, así como las instituciones y las producciones culturales (obras de arte, etc.), es necesario tener en cuenta las intenciones y las creencias en que se basan. La acción humana y los productos culturales son intencionales, tienen sentido.
Esta distinción entre “explicar”y “comprender”continúa siendo objeto de debate en la actualidad. Respecto de este tema conviene tener en cuenta las siguientes consideraciones:
1. Hay autores que consideran que en las ciencias humanas hay que aplicar el modelo de explicación propio de las ciencias naturales. Estos autores, evidentemente, sostienen que la distinción entre “explicar” y “comprender” no es suficiente para reclamar un método de explicación propio y distinto para las ciencias humanas. No existe, a su juicio, más que un método científico y una forma de explicación: establecer leyes generales que conecten entre sí fenómenos observables (leyes que, a su vez, se integrarán en amplias teorías).
2. Por el contrario, hay otros autores que exigen métodos distintos para cada uno de estos tipos de ciencias. La comprensión exige procedimientos ajenos al método de las ciencias naturales. El método propio de la comprensión se denomina hermenéutica o método hermenéutico.
Los autores de orientación hermenéutica han subrayado que la comprensión se lleva a cabo siempre desde un determinado horizonte, el horizonte en el cual se halla situado el que quiere comprender: así, hemos de comprender otras culturas desde el horizonte de nuestra propia cultura; hemos de comprender acciones, instituciones, obras (arte, textos literarios, etc.) del pasado desde nuestro presente.
Esta situación se denomina círculo hermenéutico: la comprensión (plena), se lleva a cabo desde una cierta comprensión previa (pre-comprensión) inicial que nos viene dada por nuestra propia situación cultural. Por ello, la comprensión se basa siempre en la interpretación.
T. Calvo Martínez y J.M. Navarro (eds.), Filosofía, Anaya, Madrid, 2002, Págs.36-37.
Hans Georg Gadamer
La filosofía Hermenéutica de H.G. Gadamer, considera que el conocimiento es fundamental para la existencia humana, ya que, la persona sólo desde su propio horizonte de interpretación (que se construye constantemente), puede comprenderse y comprender su contexto. Para el hombre entonces, cada conocimiento es una constante interpretación y ante todo, un conocimiento de sí mismo.
“…El hombre intenta comprender su pasado, la originariedad del ser instalado en un punto concreto del acontecer histórico. Esto le conduce a comprender su realidad desde una «situación hermenéutica determinada» que se caracteriza no por un enfrentamiento entre hombre y situación, sino por un «estar el hombre en ella, formando parte de ella»…”
Concretamente, el aporte de Gadamer con respecto a la hermenéutica es su visión filosófica, como una metodología universal y forma lógica superior, que precede y comprende los métodos particulares de la ciencia. Para Gadamer el modo de comprender humano es típicamente interpretativo, realizando la comprensión constructiva que traduce; de una realidad captada a la propia realidad comprendida. De allí que todo conocimiento es, a su vez, interpretación que implica el reconocimiento de la realidad que se comprende.
Para Gadamer entonces, el objeto de la hermenéutica sería “…explicitar lo que ocurre en esta operación humana fundamental del comprender interpretativo...”. De esta manera tenemos que la tarea de la hermenéutica no es otra cosa, que la de unir distancias entre experiencia humana, su historia y su espíritu.
El concepto de Vivencia en H.G. Gadamer
El concepto de vivencia para Gadamer, se traduce en algo fundamental, ya que desde nuestra particularidad podemos insertarnos en el mundo conociendo, es decir, “interpretando” el mundo a través de nuestras experiencias, sin embargo, lo que vale como vivencia es algo que se destaca y delimita tanto frente a otras vivencias –en las que se viven otras cosas- como frente al resto del decurso vital -en el que no se vive “nada”-. De esta manera, lo que vale como vivencia no es algo que fluya y desaparezca en la corriente de la vida de la conciencia: es algo pensado como unidad y que con ello gana una nueva manera de ser uno.
En este sentido, aquello que puede ser denominado vivencia se constituye en el recuerdo. Nos referimos con esto al contenido de significado permanente que posee una experiencia para aquél que la ha vivido. Pero por otra parte en el concepto de la vivencia está implicada también la oposición de la vida respecto al concepto. La vivencia se caracteriza por una marcada inmediatez que se sustrae a todo intento de referirse a su significado. Lo vivido es siempre vivido por uno mismo, y forma parte de su significado el que pertenezca a la unidad de este “uno mismo” y manifieste así una referencia inconfundible e insustituible el todo de esta vida una.
La reflexión autobiográfica o biográfica en la que se determina su contenido significativo queda fundida en el conjunto del movimiento total al que acompaña sin interrupción. Incluso lo especifico del modo de ser de la vivencia es ser tan determinante que uno nunca pueda acabar con ella. Nietzsche dice que “en los hombres profundos todas las vivencias duran mucho tiempo”.
En definitiva, la importancia capital de la Vivencia radica en que es algo inolvidable e irremplazable, fundamentalmente inagotable para la determinación comprensiva de su significado.
ACTIVIDADES:
1.- ¿Qué relación se podría establecer entre la experiencia y la Vivencia?. Argumenta
2.- Analiza, comenta y redacta con tus compañeros, la oposición que se da entre la vida y el concepto.
3.- A partir de la totalidad de nuestras vivencias, ¿uno puede comprenderse a sí mismo?
La verdad del arte
El arte constituye el principal sustento en la teoría de Gadamer, por cuanto esta experiencia “es aquella que nos habla de un modo más inmediato y que respira una familiaridad más enigmática, que prende todo nuestro ser, como si no existiese ninguna distancia y todo nuestro encuentro con la obra de arte sería un encuentro con nosotros mismos”. De esta manera por medio de la obra de arte, se hace patente y se ve reflejada nuestra misma vida, aquí es donde la comprensión de cada una de nuestras vivencias, nos sitúan en la verdad universal, que se expresa y se encuentra en toda obra de arte. Entonces, tenemos que la verdad del arte es un aspecto universal que se vislumbra a través de la particularidad, y en este sentido “El todo debe entenderse desde lo individual y lo individual desde el todo”, aquí se expresa el vaivén de lo universal a la parte y de la parte al todo.
Al referirnos a esta verdad del arte, podemos señalar que ella nos hace recordar, por una parte los límites de la metodología científica, y por otra, que el arte no puede encuadrarse a referencias estéticas particulares, pues la manifestación artística indistintamente cualquiera que ésta sea, lleva consigo algo que va más allá de lo que podemos llamar pragmático y particular, apuntando más bien a la totalidad.
Gadamer nos dice al respecto que al contemplar una obra de arte, “…la percepción ya no se pone en relación con la vida pragmática en la cual funciona, sino que se da y se expone en su propio significado… percibir significa…
“…la obra habla, en lo que es, cada vez de un modo especial… como ella misma, incluso en encuentros reiterados y variados con la misma obra…”
En este sentido la obra declara una verdad, una verdad que trasciende toda temporalidad, se nos advierte que ella nos habla, pero no como un documento o registro le habla al investigador o al historiador. La obra de arte habla, dice algo a cada uno, como si se lo dijera expresamente a él, cómo algo presente y simultaneo. Ésta declaración de la obra, su lenguaje nos deja desnudos, es decir, al descubierto, en una soledad enigmática que no cesa en nuestro hablar.
Interpretación y conciencia histórica
Entendemos por conciencia histórica el privilegio del hombre moderno de tener plenamente conciencia de la historicidad de todo presente y de la relatividad de todas las opiniones… De ahora en adelante sería absurdo recluirse en la ingenuidad y los límites tranquilizadores de una tradición exclusiva, mientras que la conciencia moderna está llamada a comprender las posibilidades de una multiplicidad de puntos de vista relativos. También estamos habituados a responder a los argumentos que se nos oponen por una reflexión que se coloca deliberadamente en la perspectiva del otro.
Las ciencias históricas modernas, o ciencias del espíritu –traducimos el término por “ciencias humanas”, aunque para nosotros esta traducción expresa sobretodo una convención –, se caracteriza por este modelo de reflexión del que os acabo de hablar, y del que hacen un uso metódico. ¿Qué es sino aquello que comúnmente se entiende por “tener un sentido histórico”? podemos definir el “sentido histórico” por la disponibilidad y el talento del historiador para comprender el pasado, quizá incluso exótico, a partir del contexto propio desde donde él se encuentra. Tener un sentido histórico es vencer de una manera consecuente esta ingenuidad natural que nos haría juzgar el pasado según los parámetros considerados evidentes en nuestra vida cotidiana, en la perspectiva de nuestras instituciones, de nuestros valores y de nuestras verdades adquiridas. Tener un sentido histórico significa esto: pensar expresamente en el horizonte histórico que es coextensivo con la vida que vivimos y que hemos vivido…
La conciencia moderna toma –justamente como “conciencia histórica”– una posición reflexiva en la consideración de todo aquello que es entregado por la tradición. La conciencia histórica no oye más bellamente la voz que le viene del pasado, sino que, reflexionando sobre ella, la reemplaza en el contexto donde ha enraizado, para ver en ella el significado y el valor relativo que le conviene. Este comportamiento reflexivo cara a cara de la tradición se llama interpretación. Y si algo puede caracterizar la dimensión verdaderamente universal de este acontecimiento es sobre todo el papel que el término “interpretación” ha comenzado a desempeñar en las modernas ciencias humanas. Esta palabra ha tenido, como pocas, la fortuna de expresar de forma simbólica la actitud de toda nuestra época…
La interpretación, tal y como nosotros la entendemos hoy, se aplica no sólo a los textos y a la tradición verbal, sino a todo aquello que nos ha sido entregado por la historia; así hablaremos, por ejemplo, de la interpretación de un acontecimiento histórico, o de la interpretación de expresiones espirituales, mímicas, de la interpretación de un comportamiento, etc. Lo que siempre queremos decir con ello es que el sentido de lo dado que se ofrece a nuestra interpretación no se despliega sin mediación y que es necesario mirar más allá del sentido inmediato para poder descubrir el “verdadero” significado oculto.
Hans-George Gadamer, El problema de la conciencia histórica, Tecnos, Madrid, 1993, págs. 41-44.
ACTIVIDADES:
1.- ¿Qué implica, que la interpretación Hermenéutica sea un conocimiento ante todo de sí mismo?
2.- Analiza y discute la siguiente cita, donde se hace alusión a la hermenéutica como una: “Metodología universal y forma lógica superior, que precede y comprende los métodos particulares de la ciencia”
3.- Cómo se puede describir esa totalidad que se representa en la filosofía hermenéutica de Gadamer.
4.- Qué rol cumple la experiencia estética y las vivencias del hombre, en la verdad que se manifiesta en la obra de arte.
5.- Analiza y discute la siguiente cita: “El todo debe entenderse desde lo individual y lo individual desde el todo”
6.- En qué sentido la obra de arte nos habla y su lenguaje nos deja al descubierto en una soledad