Departamento de Filosofía
GUÍA Nº2 DE FILOSOFÍA Y PSICOLOGÍA
Formación diferenciada problemas del conocimiento
Formación diferenciada problemas del conocimiento
Gnoseología
Si nos atenemos a la etimología del nombre, Gnoseología significa literalmente “ciencia del conocimiento”. En forma objetiva se la puede definir como ciencia filosófica que se ocupa de los orígenes, la naturaleza, el valor y los límites del conocimiento.
Principales Problemas:
Los principales problemas de la teoría del conocimiento o gnoseología (de los cuales nos ocuparemos, justamente, en el curso) son:
El problema de la “posibilidad del conocimiento”, problema que puede expresarse en las siguientes preguntas: ¿conocemos las cosas tales como son?, ¿Es posible que nosotros, sujetos, captemos en nuestro interior una realidad objetiva?. A primera vista, las anteriores nos parecen preguntas ociosas. El hombre común no tiene esta clase de problemas. Más adelante, en las futuras clases sobre “problemas del conocimiento”, mostraremos por qué un gran numero de filósofos se los ha planteado justificadamente.
El problema del “Origen del conocimiento”, que es un segundo aspecto a tratar, supone positivamente resuelto el problema anterior. ¿De donde procede nuestro conocimiento?, ¿Todo el conocimiento humano es un simple resultado de las percepciones sensoriales que tenemos o las ideas nacen con nosotros y se desarrollan en nuestro interior a lo largo de la maduración del sujeto?, ¿Es tan solo un fenómeno biológico o implica un proceso espiritual?. Tales preguntas nos haremos más adelante, al tratar este nuevo problema.
Si consideramos el significado de la palabra misma, Epistemología quiere decir “estudio de las ciencias” (más literalmente “ciencia de la ciencia”). Eso, justamente entendemos por epistemología: una Filosofía del conocimiento científico. Mientras la Gnoseología se ocupa del conocimiento en general, la Epistemología se preocupa solo del conocimiento científico. Por ello mismo, suele también recibir nombres de “Filosofía de las ciencias”, “Metodología” o “Lógica Aplicada”, aunque ninguno de los estudios así denominados coinciden en la totalidad de los problemas abarcados.
El principal problema que esta disciplina aborda es el de la validez o realidad del conocimiento logrado por las ciencias, problema que no veremos en esta unidad, pero es importante hacer esta diferencia entre estas dos disciplinas, que tienen como punto en común el conocimiento humano.
¿De donde proviene nuestro conocimiento?
Con frecuencia nos hacen o nos hacemos preguntas. Para contestarlas necesitamos saber. Y saber es conocer las cosas, comprender el mundo que nos rodea para poder afirmar o negar una proposición. El Conocimiento se obtiene en el contacto con las cosas mismas, en una relación especial que establecemos con ellas.
Sólo a partir del conocimiento es posible la acción humana sobre lo que llamamos “real”, y que entendemos como algo que tiene “consistencia” por sí, con independencia del propio hombre.
En este tema vamos a explicar cómo se produce el “conocimiento humano” y cómo nos hacemos idea de lo que llamamos “realidad”. Pero ¿esa realidad es tan estable como nos puede parecer?, ¿Podemos decir que el conocimiento produce en el sujeto una réplica exacta del objeto conocido?, ¿Captamos las cosas tal como son o, en gran medida, nos las inventamos? En último término, se trata de saber si lo real es algo en sí mismo o una mera creación de la mente humana.
1.– ¿Que diferencias puedes encontrar entre la teoría del conocimiento (gnoseología) y la Epistemología?
2.- Enumera algunas preguntas (aparte de las ya señaladas en el texto), que surgen al abordar los temas de Gnoseología o teoría del conocimiento y Epistemología.
3.- Qué opinión tienes sobre la frase: ¿Son las cosas tal como parecen?, Explique
4.- El conocimiento que tienes de ti, ¿Los has obtenido del mismo modo que el conocimiento que tienes de un árbol, por ejemplo?
POSIBILIDAD DE CONOCIMIENTO
¿Qué podemos entender por “conocer” y que cosas conocemos?.
Si saber consiste en creer lo verdadero a partir de un juicio, ¿de dónde obtenemos estos elementos de juicio que nos abren las puertas del conocimiento?.
Si alguien afirma ante nosotros la verdad de cierta proposición y le pre¬guntamos cómo sabe lo que dice saber (o, como dicen los abogados, la razón de su dicho), podemos obtener respuestas de diverso tipo. Enumeremos las principales.
a) Lo he visto.
b) No lo he visto, pero estuve en situaciones semejantes, y en todas ellas ocurrió lo que afirmo.
c) Es el resultado de mis cálculos, y puedo demostrarlo.
d) Me lo dijeron (o lo leí).
e) No podría explicarlo, pero es algo que siento dentro de mí con la fuerza de una certidumbre.
f) Mire, es cuestión de fe; y yo tengo fe.
En todo conocimiento podemos distinguir cuatro elementos:
• El sujeto que conoce.
• El objeto conocido.
• La operación misma de conocer.
• El resultado obtenido que es la información recabada acerca del objeto.
Dicho de otra manera: el sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene una información acerca del mismo. Cuando existe congruencia o adecuación entre el objeto y la representación interna correspondiente, decimos que estamos en posesión de una verdad.
Los Niveles de Conocimiento.
El ser humano tiene diversas fuentes de conocimiento, y puede captar un objeto en diferentes y múltiples niveles, entre algunas fuentes de conocimiento hemos destacado principalmente 5 estos son: sensible, conceptual, holístico, de autoridad y de Fe.
Conocimiento sensible
El conocimiento sensible o experiencia sensorial, consiste en captar un objeto por medio de los sentidos; tal es el caso de las imágenes captadas por medio de la vista. Gracias a ella podemos almacenar en nuestra mente las imágenes de las cosas, con color, figura y dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales sentidos utilizados por el ser humano. Los animales han desarrollado poderosamente el olfato y el tacto.
Sabemos algo por experiencia cuando el estado de cosas descrito por la proposición ha caído bajo la acción de nuestros senti¬dos: lo hemos visto, oído, tocado o percibido por cualquier medio sensible. La confiabilidad de la experiencia no carece de dificultades, como ya vi¬mos; pero, de hecho, esta fuente constituye el patrón por el cual se mide la utilidad de las otras, y los errores que pudiéramos cometer en la adquisi¬ción de experiencias (sueño, alucinaciones) no pueden corregirse sino me¬diante la comparación con otras experiencias.
Conocimiento Conceptual o racional
En segundo lugar, tenemos el conocimiento conceptual o racional, que consiste en representaciones invisibles, inmateriales, pero universales y esenciales, la razón humana aquí tiene un elemento primordial, ya que almacena este cúmulo de representaciones en nuestra mente. La principal diferencia entre el nivel sensible y el conceptual reside en la singularidad y universalidad que caracteriza, respectivamente, a estos dos tipos de conocimiento. El conocimiento sensible es singular y el conceptual universal. Por ejemplo, puedo ver y mantener la imagen de mi padre; esto es conocimiento sensible, singular. Pero además, puedo tener el concepto de padre, que abarca a todos los padres; es universal. El concepto de padre ya no tiene color o dimensiones; es abstracto. La imagen de padre es singular, y representa a una persona con dimensiones y figura concretas. En cambio el concepto de padre es universal (padre es el ser que da vida a otro ser). La imagen de padre sólo se aplica al que tengo en frente. En cambio, el concepto de padre se aplica a todos los padres. Por esto decimos que la imagen es singular y el concepto es universal.
Es importante advertir también, que el conocimiento conceptual tiene premisas universales, las cuales pueden partir de la experiencia (razonamiento de base empírica), o quedarse en la mera formalidad (matemática). Es por medio de la experiencia, donde puedo descubrir y generar leyes de repetición de un mismo fenómeno el cual es visible en la realidad, como por ejemplo en las ciencias naturales o la física, en estas ciencias existe un método racional y científico, el cual detallaremos en los tipos de conocimientos. En este mismo sentido, la matemática sería un razonamiento meramente formal, pues todos los números en sí, son representaciones formales de la realidad y no tienen una existencia real.
ACTIVIDADES
1.- ¿En que se diferencian el aprender a nadar y aprender el teorema de Pitágoras?
2.- ¿Pueden ambos ser transmitidos adecuadamente por medio del lenguaje corriente?
3.- ¿Son Valorados igualmente en la sociedad, en el colegio, en sus familias?
4.- Si no lo son ¿Qué explicaría las diferencias?
Conocimiento Holístico o Intuitivo
En tercer lugar, tenemos el conocimiento holístico (también llamado intuitivo, con el riesgo de muchas confusiones, dado que la palabra intuición se ha utilizado hasta para hablar de premoniciones y corazonadas). En este nivel tampoco hay colores, dimensiones ni estructuras universales como es el caso del conocimiento conceptual. Intuir un objeto significa captarlo dentro de un amplio contexto, como elemento de una totalidad, sin estructuras ni límites definidos con claridad. La palabra holístico se refiere a esta totalidad percibida en el momento de la intuición (holos significa totalidad en griego). La principal diferencia entre el conocimiento holístico y conceptual reside en las estructuras. El primero carece de estructuras, o por lo menos, tiende a prescindir de ellas. El concepto, en cambio, es un conocimiento estructurado. Debido a esto, lo percibido a nivel intuitivo no se puede definir, (definir es delimitar), se capta como un elemento de una totalidad, se tiene una vivencia de una presencia, pero sin poder expresarla adecuadamente. Aquí está también la raíz de la dificultad para dar ejemplos concretos de este conocimiento. Intuir un valor, por ejemplo, es tener la vivencia o presencia de ese valor y apreciarlo como tal, pero con una escasa probabilidad de poder expresarla y comunicarla a los demás.
Un ejemplo de conocimiento holístico o intuitivo es el caso de un descubrimiento en el terreno de la ciencia. Cuando un científico vislumbra una hipótesis explicativa de los fenómenos que estudia, podemos decir que en ese momento tiene un conocimiento holístico, es decir, capta al objeto estudiado en un contexto amplio en donde se relaciona con otros objetos y se explica el fenómeno, sus relaciones, sus cambios y sus características. El trabajo posterior del científico, una vez que ha vislumbrado una hipótesis consiste en traducir en términos estructurados (conceptos) la visión que se ha captado gracias a un momento de inspiración (conocimiento holístico)
La captación de valores nos ofrece el mejor ejemplo de conocimiento holístico. Podemos ver a un ser humano enfrente de nosotros (esto es un conocimiento sensible). Podemos captar el concepto de hombre y definirlo (esto es un conocimiento conceptual o racional). Pero además, podemos vislumbrar el valor de este hombre en concreto dentro de su familia. Percibimos su valor y lo apreciamos. Esto es un conocimiento holístico.
La experiencia estética y la religión nos proporciona otro ejemplo de conocimiento holístico. Percibir la belleza de una obra de arte significa captar ese objeto sin estructuras, sin conceptos, simplemente deteniéndose en la armonía, congruencias y afinidades con el propio sujeto. Debido a esto, la experiencia estética se puede denominar también conocimiento por connaturalidad.
Conocimiento por Autoridad
En cuarto lugar tenemos el conocimiento por Autoridad, en este conocimiento, la persona no ha elaborado por sí mismo el conocimiento que dice tener: lo ha recibido de un tercero.
Esta recepción (el hecho mismo de haberlo oído o leído) es un hecho de que el hablante conoce por su propia experiencia; pero el valor de este tipo de experiencia depende enteramente del valor del conocimiento del tercero. De modo que el argu¬mento de autoridad no hace más que trasladar el problema: si yo sé algo porque mi vecino me lo contó, ¿cómo lo supo mi vecino? El coeficiente de mi seguridad en la verdad de la afirmación será un múltiplo de mi confianza en mi propia actitud auditiva, de mi confianza en la sinceridad de mi vecino y (finalmente) de la confiabilidad de las razones que mi vecino haya tenido para creer en tal afirmación. Esta pluralidad de factores (de los cuales sólo uno es directamente controlable por nosotros) hace que la autoridad, como fuente derivada de conocimiento, no goce hoy en día de un prestigio muy grande.
Sin embargo, resulta imposible prescindir de ella. El panorama de nuestro conocimiento quedaría muy recortado si sólo dependiésemos de lo que nosotros mismos experimentamos o calculamos, y, de hecho, la mayor parte de lo que sabemos en materia de ciencias, artes, derecho, filosofía o cualquier otro tema se funda en libros que hemos leído, en clases que he¬mos escuchado o en imágenes cuya reproducción hemos visto. Cada uno de esos libros, de esas clases o de esas imágenes pudo habernos engañado, o provenir de alguien que a su vez se engañara; pero, aunque desconfiemos de algunas o de muchas de esas informaciones en particular, no tenemos más remedio que confiar en la autoridad, en general si queremos obtener los conocimientos necesarios para el desempeño de una persona culta.
Entonces, ¿estamos desprotegidos frente a lo que se nos dice? ¿No hay medio de distinguir entre autoridad veraz y autoridad engañosa, salvo el lento y engorroso de comprobar por nosotros mismos cada información? No lo hay en un sentido riguroso, pero ciertas elementales pautas de pru¬dencia pueden ayudarnos en esta delicada empresa. La primera de estas pautas consiste en elegir (dentro de lo posible) en quién confiar, teniendo en cuenta su fama, su trayectoria y el grado de su interés personal en la in¬formación que nos proporciona. Así, en materia de medicina confiaremos más en la opinión de un célebre médico que en la de un curandero de aldea, y si se trata de averiguar el estado del automóvil usado que se nos ofrece, preferiremos el parecer de nuestro mecánico antes que el del vendedor. Y, naturalmente, hemos de cuidar de no confundir los ámbitos de competen¬cia, como a menudo nos incita a hacerlo la publicidad: un famoso histo¬riador no está mejor capacitado que otra persona para ponderar las virtu¬des de un whisky, así como no se nos ocurriría consultar un problema jurí¬dico con un eminente matemático.
Pero la pauta básica para defendernos del mal uso de la autoridad (en materia de conocimiento, se entiende) consiste en tener siempre en cuenta que se trata de una fuente derivada y no originaria. Todo lo que se nos dice, oralmente o por escrito, debe originarse en alguna fuente directa, como la experiencia o (en cierto sentido) el razonamiento. Debemos, pues, estar en condiciones de confiar en que el autor de la información (o el maestro del autor, o quien se la enseñó a dicho maestro, etc.) tuvo realmente el conoci¬miento de primera mano. Si alguien (aunque sea un famoso astrónomo) nos afirma que en una lejana galaxia vive un hombrecito verde llamado Xypx, será mejor que no le demos crédito hasta que nos explique con qué podero¬so telescopio ha podido comprobar datos tan minuciosos.
Conocimiento por fe
Por último, tenemos el conocimiento por la fe, Cuando se habla de fe, es común que se piense en la religión, sin embargo, la identificación entre ambos conceptos no es del todo acertada, ya que si bien es difícil imaginar una religión sin algo de fe, esta última no incluye necesariamente concepciones reli¬giosas. La creencia religiosa constituye sin duda un tipo especial de conocimiento, diferente del científico (el cual daremos cuenta en las próximas unidades). La religión es un tipo de conocimiento, que se apoya en las causas últimas, como por ejemplo es la teología, esta ciencia se fundamenta en una verdad revelada, generalmente por textos sagrados.
Con independencia de tal distinción, lo cierto es que si se pre¬gunta a un creyente por el fundamento de su creencia, su respuesta con¬tendrá inmediatamente un recurso a la fe como fuente del conocimiento de ciertas verdades.
La fe, aún para los que la consideran un don divino, es siempre un estado mental: consiste en una firme creencia en la verdad de ciertas proposiciones. A esto nos referimos cuando decimos que alguien adquirió la fe ó 1a perdió, o que su fe es firme o que flaquea: queremos decir que empezó a creer o dejó de hacerlo, o que su creencia es más o menos fuerte. Si la fe es idéntica a la creencia, pues, no puede constituirse en prueba de sí misma.
Esta comprobación, por cierto, no va en contra de la fe ni de las convic¬ciones religiosas: por el contrario, si éstas pudiesen fundarse en pruebas (en pruebas de la misma naturaleza de aquellas, que nos permiten creer en los hechos que vemos y tocamos), la fe carecería de utilidad. Si la fe es un don del Cielo, o si se le atribuye un mérito, es precisamente porque consiste en creer, por la propia fuerza del espíritu, aquello de lo que no se tiene pruebas.
Pero no es necesario acudir solo a la religión para ejemplificar el fenómeno de la fe: tenemos fe en una idea (creemos que es justa, buena o adecuada), tenemos fe en un amigo (creemos que no nos defraudará). En todos los ca¬sos nuestra fe consiste en una creencia: que esta creencia sea justificada depende de las pruebas que tengamos sobre la verdad del enunciado, objeto de nuestra fe. Si tenemos pruebas suficientes (se entiende, intersubjetiva¬mente suficientes), empezamos a decir que sabemos, en tanto resulta menos probable que hablemos de fe.
La fe, por respetable que resulte como sentimiento humano, don divino o búsqueda de lo absoluto, y aún cuando las proposiciones a las que se refiera sean efectivamente verdaderas, no constituye por si sola, una fuente de conocimiento (al menos, en relación con el modo en que hemos definido “conocimiento”): mientras carece de pruebas suficientes es mera creencia, y cuando las adquiere se transforma en saber.
ACTIVIDADES
1.- Explique a que fuente del conocimiento pertenecen las siguientes frases:
a) Lo he visto. ____________________
b) No lo he visto, pero estuve en situaciones semejantes, y en todas ellas ocurrió lo que afirmo. ______________________
c) Es el resultado de mis cálculos, y puedo demostrarlo. ________________
d) Me lo dijeron (o lo leí). ________________
e) No podría explicarlo, pero es algo que siento dentro de mí con la fuerza de una certidumbre. __________________
f) Mire, es cuestión de fe; y yo tengo fe.__________________
2.- Elabore un cuadro en el cual se señalan las fortalezas, debilidades o limitaciones de cada fuente del conocimiento (Experiencia sensorial, razonamiento, autoridad, intuición y fe).
FUENTE FORTALEZAS DEBILIDADES
Experiencia sensorial Todos podemos acceder A veces engañan
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